Archivo de noviembre de 2017

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 30 de noviembre de 2017

30 de noviembre 2017 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE SAN ANDRÉS APÓSTOL

Papa Francisco: El Apóstol Andrés, con su hermano Pedro, al ser llamados por Jesús, no dudaron ni un instante en dejarlo todo y seguirlo: “Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron” (Mt 4,20). También aquí nos asombra el entusiasmo de los Apóstoles, que, atraídos de tal manera por Cristo, se sienten capaces de emprender cualquier cosa y de atreverse, con Él, a todo. Cada uno en su corazón puede preguntarse sobre su relación personal con Jesús, y examinar lo que ya ha aceptado –o tal vez rechazado- para poder responder a su llamamiento a seguirlo más de cerca (30-11-15).

Paseando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores. Les dijo: Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Rom 10, 9-18; Sal 18, 2-5 . Mateo 4, 18-22

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miércoles, 29 de noviembre de 2017

29 de noviembre 2017 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús anuncia pruebas dolorosas y persecuciones que sus discípulos deberán sufrir, por su causa. Pero asegura: Ni un cabello de vuestra cabeza perecerá (v. 18). Nos recuerda que estamos totalmente en las manos de Dios. Las adversidades que encontramos por nuestra fe y nuestra adhesión al Evangelio son ocasiones de testimonio; no deben alejarnos del Señor, sino impulsarnos a abandonarnos aún más a Él, a la fuerza de su Espíritu y de su gracia. Al final, Jesús hace una promesa que es garantía de victoria: Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas (v. 19). ¡Cuánta esperanza en estas palabras! Son una llamada a la esperanza y a la paciencia, a saber esperar los frutos seguros de la salvación, confiando en el sentido profundo de la vida y de la historia: las pruebas y las dificultades forman parte de un designio más grande; el Señor, dueño de la historia, conduce todo a su realización (7-11-2013).

Dijo Jesús a sus discípulos: Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a la sinagoga y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a alguno de vosotros, y todos os odiarán a causa de mí nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

Dan 5, 1-6.13-14.16-17.23-28; Sal Dan 3, 62-67 . Lucas 21, 12-19

Lectura diaria de la Biblia

martes, 28 de noviembre de 2017

28 de noviembre 2017 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: San Pablo dice muy claramente: La fachada de este mundo desaparecerá. Las lecturas hablan a menudo de destrucción, de final, de calamidad. El Señor nos aconseja dos cosas. Es diferente vivir en el momento y vivir en el tiempo. El cristiano es, hombre o mujer, aquel que sabe vivir en el momento y sabe vivir en el tiempo. Tal vez nosotros podemos sentirnos dueños del momento. El engaño es creernos dueños del tiempo. Pero del tiempo existe solo un soberano: Jesucristo. Por ello el Señor nos aconseja: No os dejéis engañar. Muchos, en efecto, vendrán en mi nombre diciendo: Soy yo, y el tiempo está cerca. No vayáis detrás de ellos. No os dejéis engañar en la confusión. El cristiano se mueve por este camino del momento, con la oración y el discernimiento. Pero deja el tiempo a la esperanza. El cristiano sabe esperar al Señor en cada momento; pero espera en el Señor al final de los tiempos (26-11-2013).

Como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedras de calidad y exvotos. Jesús les dijo: Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida. Ellos le preguntaron: Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?. Él dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida. Entonces les decía: Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.

Dan 2. 31-45; Sal Dan 3, 57-61 . Lucas 21, 5-11

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 27 de noviembre de 2017

27 de noviembre 2017 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: una mujer pobre, en medio de los poderosos, en medio de los doctores, de los sacerdotes, de los escribas… También en medio de los ricos que echaban sus donativos, e incluso algunos para hacerse ver. Jesús les dice: Este es el camino, este es el ejemplo. Esta es la senda por la que vosotros tenéis que ir. Surge fuerte el gesto de esta mujer que le pertenecía totalmente a Dios: toda para Dios. Su esperanza estaba solo en el Señor. Me gusta ver aquí, a esta mujer, una imagen de la Iglesia pobre, porque la Iglesia no debe tener otras riquezas más que su esposo; la Iglesia humilde, como lo eran las viudas de ese tiempo, porque en esa época no existía la pensión, no existían las ayudas sociales, nada. Recemos a esta viuda, que está en el cielo, seguro, que nos enseñe a no tener nada para nosotros sino todo para el Señor y para el prójimo, humildes, sin gloriarnos de tener luz propia, sino buscando siempre la luz que viene del Señor (S.M. 24-11-2014).

Jesús, alzando los ojos, vio a unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas, y dijo: en verdad os digo que esa pobre viuda ha echado más que todos, porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.

Dan 1, 1-6.8-20; Sal Dan 3, 52-56 . Lucas 21, 1-4

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domingo, 26 de noviembre de 2017

26 de noviembre 2017 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La liturgia de hoy nos invita a fijar la mirada en Jesús como Rey del Universo. Nos muestra como realizó Jesús su reino; como lo realiza en el devenir de la historia; y qué nos pide a nosotros. Ante todo, como realizó Jesús su reino: lo hizo con la cercanía y la ternura hacia nosotros. Él es el pastor, de quien habló el profeta Ezequiel en la primera lectura… Jesús no es un rey al estilo de este mundo: Para Él reinar no es mandar, sino obedecer al Padre, entregarse a Él, para que se realice su designio de amor y salvación. Así hay plena reciprocidad entre el Padre y el Hijo… El Evangelio nos recuerda que la cercanía y la ternura son la norma de vida también para nosotros, y a partir de esto seremos juzgados. En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis. La salvación no comienza con la confesión de la realeza de Cristo, sino con la imitación de sus obras de misericordia, a través de las cuales Él realizó el reino (23-11-2014).

Ezequiel 34, 11-12.15-17: Así dice el Señor Dios: Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas siguiendo su rastro. Como un pastor sigue el rastro de su rebaño cuando se encuentra las ovejas dispersas, así seguiré yo el rastro de mis ovejas; y las libraré, sacándolas de todos los lugares donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear –oráculo del Señor Dios-. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas, vendaré a las heridas, curaré a las enfermas; a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotros, ovejas mías, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío.

Salmo 22, 1-6: El Señor es mi pastor, nada me falta.

1Corintios 15, 20-26.28: Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo como primicia; después, cuando él vuelva, todos los cristianos; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Al final, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.

Mateo 25, 31-46: Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me distéis de comer, tuve sed y me distéis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, y con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”. Y entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. Entonces también éstos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel y no te asistimos?”. Y él replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de éstos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”. Y éstos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna.

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sábado, 25 de noviembre de 2017

25 de noviembre 2017 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Porque Jesús resucitó, nosotros resucitaremos; nosotros tenemos la esperanza en la resurrección porque Él nos abrió la puerta a esta resurrección. Y esta transformación, esta transfiguración de nuestro cuerpo se prepara en esta vida por la relación con Jesús, en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía. Nosotros, que en esta vida nos hemos alimentado con su cuerpo y con su sangre, resucitaremos como Él, con Él y por medio de Él (4-12-2013).

Se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron: Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano”. Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer. Jesús les dijo: En este mundo, los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos. Intervinieron unos escribas: Bien dicho, Maestro. Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas.

1Mac 6, 1-13; Sal 9, 2-6.16.19 . Lucas 20, 27-40

L

viernes, 24 de noviembre de 2017

24 de noviembre 2017 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El gesto de Jesús en el templo –se puso a echar a los vendedores- es una ceremonia de purificación del templo. Israel conocía esta ceremonia: muchas veces tuvo que purificar el templo al ser profanado. Siempre hubo ese celo por la casa de Dios, porque el templo para ellos era precisamente la morada de Dios, era lo “sagrado”, y cuando era profanado, tenía que ser purificado. La gente era buena, iba al templo, no miraba estas cosas: buscaba a Dios, oraba. Pero tenía que cambiar las monedas para realizar la ofrenda, y lo hacía allí, y allí estaba la corrupción que escandalizaba al pueblo. Cuando los que están en el templo se convierten en especuladores, el pueblo se escandaliza. El pueblo de Dios sabe perdonar a sus sacerdotes, cuando tienen una debilidad, caen en un pecado. Pero hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: un sacerdote apegado al dinero y un sacerdote que maltrata a la gente. Jesús vino a traernos la gratuidad total del amor de Dios. Cuando la Iglesia o las iglesias se convierten en negocios, se dice que la salvación no es tan gratuita (S.M. 21-11-2014).

Entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: Escrito está: “Mi casa es casa de oración”; pero vosotros la habéis hecho en una “cueva de bandidos”. Todos los días enseñaba en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían que hacer, porque el pueblo estaba pendiente de él, escuchándolo.

1Mac 4, 36-37.52-59; Sal 1Crón 29, 10-12 . Lucas 19, 45-48

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jueves, 23 de noviembre de 2017

23 de noviembre 2017 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El motivo del llanto de Jesús era la cerrazón de la ciudad (Jerusalén) a recibirlo. La cerrazón hace llorar a Jesús; la cerrazón del corazón de su elegida, de la ciudad elegida, del pueblo elegido: no tenía tiempo para abrirle la puerta, estaba demasiado ocupada, demasiado satisfecha de sí misma. Hoy Jesús sigue llamando a la puerta, como llamó a la puerta del corazón de Jerusalén: a la puerta de sus hermanos, de sus hermanas; a nuestra puerta, a la puerta de nuestro corazón, a la puerta de su Iglesia. Nosotros estamos seguros en las cosas que podemos gestionar. Pero la visita del Señor, sus sorpresas, no podemos gestionarlas. Jerusalén tenía miedo del Señor, de su esposo, de su amado. Cuando el Señor visita a su pueblo nos trae la alegría, nos trae la conversión. Y todos nosotros tenemos miedo de la alegría que trae el Señor, porque no podemos controlarla (S.M. 20-11-2014).

Al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía: ¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos. Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de tu visita.

1Mac 2, 15-29; Sal 49, 1-6.14-15 . Lucas 19, 41-44

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miércoles, 22 de noviembre de 2017

22 de noviembre 2017 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Que estos dones (minas de oro) que el Señor nos dio, sean para los demás, crezcan, produzcan fruto, con nuestro testimonio. Las riquezas, todo lo que Dios me ha dado de espiritual, de bondad, la Palabra de Dios, ¿cómo hago para que crezca en los demás? ¿O solo los cuido en la caja fuerte? El Señor no da a todos las mismas cosas ni de la misma forma; pero en todos hay algo igual: la misma e inmensa confianza. Dios se fía de nosotros, Dios tiene esperanza en nosotros. No lo decepcionemos. No nos dejemos engañar por el miedo, sino devolvamos confianza con confianza (16-11-2014).

Jesús dijo una parábola: Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles: “Negociad mientras vuelvo”. Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo: “No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros”. Cuando regresó con el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: “Señor, tu mina ha producido diez”. Él le dijo: “Muy bien, siervo bueno: ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades”. El segundo llegó y dijo: “Tu mina, señor, ha rendido cinco”. A ese le dijo también: “Pues toma tú el mando de cinco ciudades”. El otro llegó y dijo: “Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque te tenía miedo, porque eres hombre exigente, que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”. Él le contestó: “Por tu boca te juzgo, siervo malo ¿conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”. Entonces dijo a los presentes: “Quitadle a éste la mina y dádsela al que tiene diez”. Le dijeron: “Señor, ya tiene diez minas”. Os digo, “al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia».

2Mac 7, 1.20-31; Sal 16, 1.5-8.15 . Lucas 19, 12-27

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martes, 21 de noviembre de 2017

21 de noviembre 2017 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Zaqueo era rico; corrupto, trabajaba para los extranjeros, para los romanos, traicionaba a su patria. Buscaba el dinero en la aduana y daba una parte al enemigo de la patria: uno como tantos dirigentes que nosotros conocemos: corruptos que, en lugar de servir al pueblo, lo explotan para servirse a sí mismos. Estaba en estado de putrefacción. Zaqueo sintió algo dentro: a este hombre capaz de curar, a este profeta que dicen que habla tan bien, yo quisiera verlo, por curiosidad. El Espíritu Santo es astuto y sembró la semilla de la curiosidad; hizo un poco el ridículo: un jefe de los dirigentes subió a un árbol para ver una procesión. Y luego sucedió lo que sucedió: la Palabra de Dios entró en este corazón y con la Palabra, la alegría. El corazón cambió, se convirtió, y pronunció su palabra autentica: “Mira, Señor, yo doy la mitad de lo que poseo a los pobres, y si he robado a alguien –mucho-“restituyo cuatro veces más”. Cuando la conversión llega a los bolsillos, es segura. ¿Cristianos de corazón? Todos. ¿Cristianos de alma? Todos. Pero, ¿cristianos de bolsillos? Pocos (S.M. 18-11-2014).

Entró Jesús en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa. Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: Mira, Señor, la mitad de mis bienes, se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más. Jesús le contestó: Hoy ha sido la salvación de esta casa; pues también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

2Mac 6, 18-31; Sal 3, 2-7 . Lucas 19, 1-10