Archivo de septiembre de 2017

Lectura diaria de la Biblia

martes, 19 de septiembre de 2017

20 de septiembre 2017 – Miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La voz del Bautista grita también hoy en los desiertos de la humanidad, que son -¿cuáles son los desiertos de hoy?- las mentes cerradas y los corazones duros, y nos hace pregustarnos si en realidad estamos en el buen camino, viviendo una vida según el Evangelio (Lc 3, 1-6). Hoy, como entonces, nos advierte con las palabras del profeta Isaías: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos (v.4). Es una apremiante invitación abrir el corazón y acoger la salvación que Dios nos ofrece incesantemente, casi con terquedad, porque nos quiere a todos libres de la esclavitud del pecado (6-12-2015).

Dijo el Señor: ¿A quién compararé los hombres de esta generación? ¿A quién son semejantes? Se asemejan a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros aquello de: “Hemos tocamos la flauta y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones y no habéis llorado”. Porque vino Juan el Bautista, que ni come ni bebe vino, y decís: “tiene un demonio”; vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: “Mirad que hombre más comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Sin embargo, todos los hijos de la sabiduría le han dado la razón.

1Tim 3, 14-16; Sal 110, 1-6 . Lucas 7, 31-35

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 18 de septiembre de 2017

19 de septiembre 2017 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Pensé en el joven muerto, a la salida de la ciudad de Naín, cuando lo iban a enterrar: hijo único de madre viuda. Jesús se compadeció de la madre, no del joven. Pero el joven, gracias a la madre, tuvo el milagro y lo resucitó. ¿Quién eres tú? ¿O estás muerto? Si estás muerto, has de saber que la Madre Iglesia está llorando por ti, y Jesús es capaz de resucitarte. Dime, ¿quién eres tú? Dilo a ti mismo y eso te va a dar fuerza (26-4-2014).

Iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, y caminaban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, se compadeció de ella y le dijo: No llores. Y acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: ¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!. El muerto se incorporó y empezó a hablar, y se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos de temor, daban gloria a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Y Dios ha visitado a su pueblo. Este hecho se divulgó por toda Judea y por toda la comarca circundante.

1Tim 3, 1-13; Sal 100, 1-6 . Lucas 7, 11-17

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domingo, 17 de septiembre de 2017

18 de septiembre 2017 – Lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Dos actitudes del gobernante: debe ante todo amar a su pueblo (tiene afecto a nuestra gente); debe ser también humilde como el centurión: era un hombre humilde y dijo al Señor: No te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo. Y con humildad: Di una palabra y mi siervo quedará sano. –“Pero yo no tengo que ver, son ellos quienes gobiernan”. No; Yo soy responsable de su gobierno y debo hacer lo mejor de mi parte para que ellos gobiernen bien, participando en la política como puedo. La política es una de las formas más altas de la caridad, porque es servir al bien común. Lo mejor que podemos ofrecer a los gobernantes es la oración. Reza por él, reza por ella, para que pueda gobernar bien, para que ame a su pueblo, para que sea humilde. Un cristiano que no reza por los gobernantes no es un buen cristiano (S.M. 16-9-2013).

Cuando Jesús terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún. Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quién estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente: Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestra gente y nos ha construido la sinagoga. Jesús se puso en camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle: Señor, no te molestes: porque no soy yo digno de que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo soy un hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; y a mi criado: “Haz esto”, y lo hace. Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe. Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.

1Tim 2, 1-8; Sal 27, 2.7-9 . Lucas 7, 1-10

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domingo, 17 de septiembre de 2017

17 de septiembre 2017 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. En estas palabras del Padrenuestro está todo un proyecto de vida vasado en la misericordia. La misericordia, la indulgencia, la condonación de la deuda, no es solo algo devocional, privado, un paliativo espiritual, una especie de óleo que ayuda a hacer más suave, más buenos, no. Es la profecía de un mundo nuevo (5-7-2014).

Eclesiástico 27, 33-28, 9: El furor y la cólera son odiosos: el pecador los posee. Del vengativo se vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de sus culpas. Perdona la ofensa a .tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor? No tiene compasión de sus semejantes, ¿y pide perdón de sus pecados? Si él, que es carne, conserva la ira, ¿quién expiará por sus pecados? Piensa en tu fin y cesa en tu enojo; en la muerte y corrupción y guarda los mandamientos. Recuerda los mandamientos y no te enojes con tu prójimo; la alianza del Señor, y perdona el error.

Salmo 102, 1-4.9-12: El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia.

Romanos 14, 7-9: Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor. En la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo, para ser Señor de vivos y muertos.

Mateo 18, 21-35: Acercándose Pedro a Jesús le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?. Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con que pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: “Págame lo que me debes”. El compañero, arrojándose a sus pies le rogaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

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sábado, 16 de septiembre de 2017

16 de septiembre 2017 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Vosotros, niños y jóvenes, sois los frutos del árbol que es la familia: sois frutos buenos cuando el árbol tiene buenas raíces –que son los abuelos- y un buen tronco –que son los padres-. Decía Jesús que todo árbol bueno da frutos buenos y todo árbol malo da frutos malos. La gran familia humana es como un bosque, donde los árboles buenos aportan solidaridad, comunión, confianza, apoyo, seguridad, sobriedad feliz, amistad. La presencia de la familias numerosas es una esperanza para la sociedad (28-12-2014).

Decía Jesús a sus discípulos: No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca. ¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que digo? Todo el que viene a mí, escucha mis palabras y las pone en práctica, os voy a decir a quien se parece: se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo derribarla, porque estaba sólidamente construida. El que escucha y no pone en práctica se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó desplomándose, y fue grande la ruina de aquella casa.

Tim 1, 15-17; Sal 112, 1-7 . Lucas 6, 43-49

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viernes, 15 de septiembre de 2017

15 de septiembre 2017 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DE LOS DOLORES

Papa Francisco: “Hijo, aquí tienes a tu Madre”. No se puede pensar en María sin pensarla como Madre. Su maternidad se amplía en la figura de ese nuevo hijo, se amplía a toda la Iglesia y a toda la humanidad…”No os dejo huérfanos, os doy una madre”. Tenemos una madre, una madre que está con nosotros, que nos protege, que nos acompaña, que nos ayuda también en los tiempos difíciles, en los momentos feos. Esta maternidad de María podemos decir que va más allá de ella, es contagiosa. Y de la maternidad de María, viene una segunda maternidad, la maternidad de la Iglesia: nos genera en el Bautismo, nos hace crecer en su comunidad y tiene esa actitud de maternidad, mansedumbre, bondad: La Madre María y la Madre Iglesia saben acariciar a sus hijos, dan ternura. Pensar en la Iglesia sin esta maternidad es pensar en una asociación rígida, una asociación sin calor humano, huérfana (S. M. 15-9-2015).

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo que amaba, dijo a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego, dijo al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.

Hb 5, 7-9; Sal 30, 2-6.15-16.20 . Lucas 19, 25-27

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miércoles, 13 de septiembre de 2017

14 de septiembre 2017 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Papa Francisco: Cuando miramos a Jesús en la Cruz, hay cuadros bonitos pero la realidad es otra: Cristo estaba, sobre todo, ensangrentado por nuestros pecados. Esta es la realidad que él ha tomado para vencer a la serpiente en su campo. Mirar la cruz de Jesús, no las cruces artísticas, bien pintadas: mirar la realidad, que era la cruz en ese tiempo. Y mirar su recorrido y a Dios, que se despojó así mismo, se abajó para salvarnos… Si un cristiano quiere ir adelante en el camino de la vida cristiana debe abajarse, como se abajó Jesús. Es el camino de la humildad, sí, pero también de llevar sobre sí las humillaciones como las ha llevado Jesús (S.M. 14-9-2015).

Dijo Jesús a Nicodemo: Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

Núm 21, 4b-9; Sal 77, 1-2.34-38. Flp 2, 6-11 . Juan 3, 13-17

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miércoles, 13 de septiembre de 2017

13 de septiembre 2017 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Las bienaventuranzas son la ley de quienes han sido salvados. Esta es la ley de los libres, con la libertad del Espíritu Santo. Regular la vida, ordenarla a partir de una lista de mandamientos o de procedimientos, es algo limitado y, al final, no nos conduce a la salvación. Las Bienaventuranzas solo se comprenden si uno tiene el corazón abierto. Se comprende desde la consolación del Espíritu Santo. No se pueden entender con la inteligencia humana o con el espíritu del mundo. Son los nuevos mandamientos, pero si no tenemos el corazón abierto al Espíritu Santo parecerán tonterías (S.M. 10-6-2013).

Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía: Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.

Col 3, 1-11; Sal 144, 2-3.10-13 . Lucas 6, 20-26

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martes, 12 de septiembre de 2017

12 de Septiembre 2017 – Martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Hoy festejamos la onomástica de la Virgen. El santo nombre de María. Una vez esta fiesta se llamaba el dulce nombre de María y hoy en la oración hemos pedido la gracia de experimentar la fuerza y la dulzura de María. Después cambió, pero en la oración ha permanecido esta dulzura de su nombre. Tenemos necesidad hoy de la dulzura de la Virgen para entender estas cosas que Jesús nos pide. Es un elenco no fácil de vivir: amad a los enemigos, haced el bien, prestad sin esperar nada, a quien te golpea la mejilla ofrécele también la otra, a quien te quita el manto no le rehúses la túnica. Son cosas fuertes. Pero todo esto, a su modo, lo vivió la Virgen: la gracia de la mansedumbre, la gracia de la apacibilidad (S.M. 12-9-2013).

Jesús salió al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago de Alfeo, Simón, llamado el Celote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Después de bajar con ellos, se paró en una llanura, con un grupo grande de discípulos y una muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

Col 2, 6-15; Sal 144, 1-2.8-11 . Lucas 6, 12-19

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lunes, 11 de septiembre de 2017

11 de septiembre 2017 –Lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El relato de Lucas sitúa ante los ojos una doble esclavitud: la del hombre con la mano paralizada, esclavo de su enfermedad y la de los fariseos, los escribas, esclavos de sus actitudes rígidas, legalistas. Jesús libera a ambos: hace ver a los rígidos que aquella no es la vía de la libertad; y al hombre de la mano paralizada le libera de la enfermedad. ¿Qué quiere demostrar? Que libertad y esperanza van juntas: donde no hay esperanza, no puede haber libertad (S.M. 9-9-2013).

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de que acusarlo. Pero él, conocía sus pensamientos y dijo al hombre de la mano atrofiada: Levántate y ponte en medio. Y levantándose, se quedó en pie. Jesús les dijo: Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?. Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo: Extiende tu mano. Él lo hizo, y su mano quedó restablecida. Pero ellos, ciegos por la cólera discutían que había que hacer con Jesús.

Col 1, 24-2, 3; Sal 61, 6-9 . Lucas 6, 6-11