Archivo de febrero de 2017

Lectura diaria de la Biblia

martes, 28 de febrero de 2017

28 de febrero 2017 – Martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Cuando un cristiano está apegado a los bienes, da la mala impresión de un cristiano que quiere tener dos cosas: el cielo y la tierra. Y Jesús indica la cruz y las persecuciones. Esto quiere decir negarse así mismo, llevar cada día la cruz… La gratuidad en seguir a Jesús es la respuesta a la gratuidad del amor y de la salvación que nos da Jesús. Qué feo es ver a un cristiano –sea laico, consagrado, sacerdote, obispo- cuando se ve que busca dos cosas: seguir a Jesús y a los bienes, seguir a Jesús y seguir el mundanismo. Esto es un antitestimonio que aleja a la gente de Jesús (25-6-2015).

Pedro se puso a decir a Jesús: Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. Jesús dijo: En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más –casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros.

Eclo 35, 1-15; Sal 49, 5-8.14.23 . Marcos 10, 28-31

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lunes, 27 de febrero de 2017

27 de febrero 2017 – Lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El joven se queda triste cuando Jesús le pide que venda sus riquezas. De golpe, la alegría y la esperanza en ese joven rico desaparecen, porque no quiere renunciar a su riqueza. El apego a las riquezas está en el inicio de todo tipo de corrupción, por todas partes: corrupción personal, corrupción en los negocios, también en la pequeña corrupción comercial, de esa que quita cincuenta gramos al peso exacto, corrupción política, corrupción de la educación… Los que viven apegados a los propios poderes, a las propias riquezas, se creen en el paraíso. Están cerrados, no tienen horizonte, no tienen esperanza. Al final tendrán que dejarlo todo (S. M. 25-5-2015).

Cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?. Jesús le contestó: ¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre. Él replicó: Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud. Jesús se lo quedó mirando, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme. A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas! Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Pero Jesús añadió: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios. Ellos se espantaron y comentaban: Entonces, ¿quién puede salvarse? Jesús se les quedó mirando y les dijo: Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.

Eclo 17, 20-28; Sal 31, 1-2.5-7 . Marcos 10, 17-27

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 26 de febrero de 2017

26 de febrero 2017 – Domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Dios no se olvida de nosotros, de cada uno de nosotros, con nombre y apellidos. Nos ama y no se olvida. Que buen pensamiento… Esta invitación a la confianza en Dios encuentra un paralelo en la página del Evangelio de Mateo: Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta… Un corazón ocupado por el afán de poseer es un corazón lleno de este anhelo de poseer, pero vacío de Dios. Por ello Jesús advirtió en más de una ocasión a los ricos, porque es grande su riesgo de poner su propia seguridad en los bienes de este mundo, y la seguridad, la seguridad definitiva, está en Dios. En un corazón poseído por las riquezas, todo está ocupado por las riquezas, no hay sitio para la fe. Si, en cambio, se deja a Dios el sitio que le corresponde, es decir, el primero, entonces su amor conduce a compartir también las riquezas, a ponerlas al servicio de proyectos de solidaridad y de desarrollo, como demuestran tantos ejemplos, incluso recientes, en la historia de la Iglesia. Y así la providencia de Dios pasa a través de nuestro servicio a los demás, nuestro compartir con los demás (2-3-2014).

Isaías 49, 14-15: Sión decía: Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado. ¿Es que puede una madre olvidarse del hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.

Salmo 61, 2-3.6-9: Descansa sólo en Dios, alma mía.

1Corintios 4, 1-5: Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador lo que se busca es que sea fiel. Para mí lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor. Así pues, no juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá de Dios lo que merece.

Mateo 6, 24-34: Dijo Jesús a sus discípulos: Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 25 de febrero de 2017

25 de febrero 2017 – Sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El salmista proclama “dichoso” al hombre “que no sigue los consejos de los malvados” y que “encuentra su alegría en la ley del Señor”. Cuando sucede lo contrario, los niños son heridos por un escándalo insoportable, aún más grave: los niños no tienen medios para descifrarlo. No pueden entender qué cosa sucede. Dios vigila sobre esta promesa, desde el primer instante (S. M. 8-10-2015).

Le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.

Eclo 17, 1-13; Sal 102, 13-18 . Marcos 10, 13-16

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viernes, 24 de febrero de 2017

24 de febrero 2017 – Viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jóvenes, no tengáis miedo de dar pasos definitivos, como el del matrimonio: profundizad en vuestro amor, respetando sus tiempos y las expresiones, orad, preparaos bien, pero después tened confianza en que el Señor no os deja solos. Hacedle entrar en vuestra casa como uno de la familia: Él os sostendrá siempre (4-10-2013).

Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: ¿Le es lícito a un hombre repudiar a su mujer?. Él les replicó ¿Qué os ha mandado Moisés?. Contestaron: Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla. Jesús les dijo: Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una solo carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.

Eclo 6, 5-17 Sal 118, 1.16.18.27, 34-35 . Marcos 10, 1-12

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jueves, 23 de febrero de 2017

24 de Febrero 2011 – Jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Cuando los niños que son heridos por un “escándalo”, por un escándalo insoportable, es muy grave, en cuanto no tienen los medios para descifrarlo. No pueden entender qué sucede. ¿Recordáis qué dice Jesús? Los ángeles de los niños reflejan la mirada de Dios, y Dios no pierde nunca de vista a los niños (ef. Mt 18, 5-10). ¡Ay de aquellos que traicionan su confianza, ay! Su espontánea confianza en Dios nunca debería ser herida. La tierna y misteriosa relación de Dios con el alma de los niños no debería ser nunca violada. Es una relación real que Dios quiere y Dios la cuida. El niño está listo desde el nacimiento a sentirse amado por Dios (14-10-15)

Dijo Jesús a sus discípulos: “El que os dé a beber un vaso de agua, porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos a la “gehenna”, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te hace pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la “gehenna”. Y si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la “gehenna”, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salaréis? Tened sal entre vosotros y vivid en paz unos con otros”.

Eclo 5, 1-10; Sal 1, 1-6 . Marcos 9, 41-50

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miércoles, 22 de febrero de 2017

22 de febrero 2017 –Miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO

Papa Francisco: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?. Esta es la pregunta más importante, con la que Jesús se dirige directamente a aquellos que lo han seguido, para verificar su fe. Pedro, en nombre de todos, exclama con naturalidad: “Tú eres el Mesías”. Jesús queda impresionado por la fe de Pedro. Y entonces revela abiertamente a los discípulos lo que le espera en Jerusalén, es decir, que “el Hijo del hombre tiene que padecer mucho… ser ejecutado y resucitar a los tres días”. Seguir a Jesús significa tomar al propia cruz –todos la tenemos…- para acompañarlo en su camino, un camino incómodo, que no es el del éxito, de la gloria pasajera, sino el que conduce a la verdadera libertad, que nos libera del egoísmo y del pecado. Se trata de realizar un neto rechazo de esa mentalidad mundana que pone el propio “yo” y los propios intereses en el centro de la existencia: ¡eso no es lo que Jesús no quiere de nosotros! Por el contrario, Jesús nos invita a perder la propia vida por Él, por el Evangelio, para recibirla renovada, realizada, auténtica (13-9-2015).

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?. Ellos contestaron: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas. Él les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?. Simón Pedro tomó la palabra y dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le respondió: ¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Ahora yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en los cielos. Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

1P 5, 1-4; Sal 22, 1-6 . Mateo 16, 13-19

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martes, 21 de febrero de 2017

21 de febrero 2017 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús hace a sus discípulos una pregunta aparentemente indiscreta: ¿De qué discutían por el camino?. Una pregunta que también puede hacernos hoy: ¿De qué hablan cotidianamente? ¿Cuáles son sus aspiraciones? Ellos –dice el Evangelio- no contestaron, porque por el camino habían discutido sobre quién era el más importante. Les daba vergüenza decirle a Jesús de lo que hablaban. Como a los discípulos de ayer, también hoy a nosotros, nos puede acompañar la misma discusión: ¿Quién es el más importante? (20-9-2015).

Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará. Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó: ¿De qué discutíais por el camino? Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quien era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. Y, tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.

Eclo 2, 1-13; Sal 36, 3-4.18-19.27-28.39-40 . Marcos 9, 30-37

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lunes, 20 de febrero de 2017

20 de febrero 2017 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús se encontró con un muchacho que parecía como muerto. Lo tomó de la mano y lo puso en pie. Cuando Jesús cura, cuando va entre la gente y cura a una persona, jamás la deja sola. No es un mago, un brujo, un curandero que va y cura: hace que cada uno vuelva a su sitio, no lo deja por el camino. Estos gestos de tanta ternura de Jesús nos hacen comprender que nuestra doctrina, o nuestro seguimiento de Cristo, no es una idea. Es continuo permanecer en casa. Y si cada uno de nosotros tiene la posibilidad, y la realidad, de marcharse de casa por un pecado o por un error, Dios lo sabe, la salvación es volver a casa: con Jesús en la Iglesia (S. M. 24-2-2014).

Jesús y los tres discípulos bajaron del monte y cuando volvieron a donde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: ¿De qué discutís?. Uno le contestó: Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda rígido. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces. Él, tomando la palabra, les dice: ¡Generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo. Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; este cayó por tierra y se revolcaba echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?. Contestó él: Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo han echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos. Jesús replicó: ¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe. Entonces el padre del muchacho se puso a gritar: Creo, pero ayuda mi falta de fe. Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Sal de él y no vuelvas a entrar en él. Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que muchos decían que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, tomándolo de la mano, y el niño se puso en pie. Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: ¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?. Él les respondió: Esta especie sólo puede salir con oración.

Eclo 1, 1-10; Sal 92, 1-2.5 . Marcos 9, 14-29

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domingo, 19 de febrero de 2017

19 de febrero 2017 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Todos nosotros tenemos enemigos, todos. Algunos enemigos débiles, algunos fuertes. También nosotros muchas veces nos convertimos en enemigos de otros; no les queremos. Jesús nos dice que debemos amar a los enemigos. Jesús concluye con este consejo: “Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial”. La perfección del amor. El perdona a sus enemigos. Hace todo por perdonarlos. Pensemos en la ternura con la que Jesús recibe a Judas en el huerto de los Olivos. Jesús nos pide amar a los enemigos. ¿Cómo se puede hacer? Jesús nos dice: rezad, rezad por vuestros enemigos. La oración hace milagros; y esto vale no solo cuando tenemos enemigos; sino también cuando percibimos alguna pequeña enemistad. El amor a los enemigos nos empobrece, nos hace pobres, como Jesús, quien, cuando vino, se abajó hasta hacerse pobre. Tal vez no es un “buen negocio” para el mundo: es el camino que recorrió Dios, el camino que recorrió Jesús (18- 6-2013).

Levítico 19, 1-2.17-18: Dijo el Señor a Moisés: Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: Seréis santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo. No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.

Salmo 102, 1-4.8-13: El Señor es compasivo y misericordioso.

1Coríntios 3, 16-23: ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros. Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: Él caza a los sabios en su astucia. Y también: El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos. Así pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.

Mateo 5, 38-48: Dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos, a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.