Archivo de agosto de 2011

lectura diaria de la Biblia

miércoles, 31 de agosto de 2011

31 de Agosto 2011 – Miércoles

 

Mundo: Los que no admiten a Dios, ¿a quién van a recurrir ante una enfermedad incurable, ante la muerte?

 

Fe: Jesús, poniendo las manos sobre cada enfermo, los iba curando.

Al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose enseguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: Tú eres el Hijo de Dios. Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese. Pero él les dijo: también a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado. Y predicaba en las sinagogas de Judea.

 

Col 1,  1-8; Sal 51, 10-11 . Lucas 4, 38-44

Lectura de la Biblia

martes, 30 de agosto de 2011

30 de Agosto 2011 – Martes

 

Mundo: Los demonios atacan a Cristo, la gente se admira de su palabra: ¿a quién seguir?

 

Fe: ¿Qué tiene la palabra de Jesús? Da órdenes a los espíritus inmundos, y salen.

Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, y se puso a gritar a voces: ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Se quien eres: el Santo de Dios. Jesús le intimó: ¡Cierra la boca y sal!. El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacer daño. Todos comentaban estupefactos: ¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen. Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la comarca.

 

1Ts 5,  1-6.9-11; Sal 26, 1.4.13-14 . Lucas 4, 31-37

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lunes, 29 de agosto de 2011

29 de Agosto 2011 – Lunes

 

Mundo: Nada bueno puede esperarse de quienes prefieren quedar bien ante los amigotes de comilonas que ante Dios, que los ama y espera.

 

Fe: Juan dio la vida por Jesús, la verdad que salva al hombre.

Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, y a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: Pídeme lo que quieras, que te lo doy. Y le juró: Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino. Ella salió a preguntarle a su madre: ¿Qué le pido?. La madre le contestó: La cabeza de Juan, el Bautista. Entró ella enseguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista. El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. Enseguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enteraron.

 

Jr 1,  17-19; Sal 70, 1-6.15-17 . Marcos 6, 17-29

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domingo, 28 de agosto de 2011

28 de agosto 2011 – Domingo

 

Mundo: Tú piensas como los hombres, no como Dios, dijo Cristo a Pedro. Pedro lo recoció. ¿Y los que no lo reconocen?

 

Fe: Jesús sabe que va a la cruz e invita a los discípulos a seguirle con la cruz. ¡Pero él va delante!

 

Jr 20, 7-9: Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar “Violencia”, y proclamar “Destrucción”. La Palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día. Me dije: no me acordaré de él, no hablaré más en su nombre; pero la palabra era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huecos; intentaba contenerla, y no podía.  
 

Sal 62, 2-6.8-9: Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

                                            

Rm 12, 1-2: Os exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; este es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.

 

Mateo 16, 21-27: Empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los senadores, sumos sacerdotes y letrados y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparle: ¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte. Jesús se volvió y dijo a Pedro: “Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios. Entonces dijo a sus discípulos: “El que quiera venirse conmigo que se niegue así mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar la vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará. ¿De que le sirve al hombre ganar el mundo entero si malogra su vida? ¿O que podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.

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sábado, 27 de agosto de 2011

27 de Agosto 2011 – Sábado

 

Mundo: Cualquiera, tenga o no tenga fe, acepta que hay que hacer rendir los talentos recibidos: ¡también los talentos espirituales!

 

Fe: Como has sido fiel en lo poco, entra al banquete de tu señor. ¡Cómo desea el cristiano que sea esto lo que le diga Jesús!.

Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus vienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste, mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor”. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos. Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor”. Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces. Tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”. El señor le respondió: “Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes.

 

1Ts 4,  9-11; Sal 97, 1.7-9 . Mateo 25, 14-30

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viernes, 26 de agosto de 2011

26 de Agosto 2011 – Viernes

 

Mundo: En esta vida temporal todo hombre se juega la eternidad: ¡espantosa, lejos de Dios!

 

Fe: Velad, porque no sabéis el día ni la hora.

Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A media noche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!”. Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: “Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las sensatas contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él respondió: “Os lo aseguro: no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.

 

1Ts 4,  1-8; Sal 96, 1-2.5-6.10-12 . Mateo 25, 1-13

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jueves, 25 de agosto de 2011

25 de Agosto 2011 – Jueves

 

Mundo: ¿Hay algo después de la muerte? Sí, y no depende de la opinión humana. Por si acaso, convendría estar preparados.

 

Fe: Estar preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.

Dijo Jesús a sus discípulos: Estad en vela, porque no sabéis que día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a que hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se mandan a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.

 

1Ts 3,  7-13; Sal 89, 3-4.12-14.17 . Mateo 24, 42-51

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miércoles, 24 de agosto de 2011

24 de Agosto 2011 – Miércoles

Mundo: La pregunta despectiva de Natanael/Bartolomé sobre Nazaret, hay quien la hace de la Iglesia: De ella ¿puede salir algo bueno?

Fe: Maestro, tú eres el Hijo de Dios, el rey de Israel: seguir a Jesús es andar con paso firme por camino seguro.

Felipe encuentra a Natanael y le dice: Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret. Natanael le replicó: ¿De Nazaret puede salir algo bueno?. Felipe le contestó: Ven y verás. Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. Natanael le contesta: ¿De qué me conoces?. Jesús le responde: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Natanael respondió: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel. Jesús le contestó: ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. Y le añadió: Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

Ap 21,  9b-14; Sal 144, 10-13.17-18 . Juan 1, 45-51

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martes, 23 de agosto de 2011

23 de Agosto 2011 – Martes

 

Mundo: Cristo acusa a los escribas y fariseos de quedarse en minucias legales y olvidar lo más grave.

 

Fe: Los discípulos de Cristo no pueden olvidar el derecho, la compasión y la sinceridad.

Habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera.

 

1Ts 2,  1-8; Sal 138, 1-6 . Mateo 23, 23-26

Carta al Hermano Africano, año 1998

lunes, 22 de agosto de 2011

S.O.S.    Zaire – Ruanda

Carta al Hermano Africano: Hoy de Zaire, Ruanda y Burundi. Ayer de Tanzania y Etiopía.

 

¿Quien ahoga tu voz que no clama a Occidente (granero de abundancia) para pedir justicia?
¿Quien es responsable de vuestro abandono y desolación?
¿Quien derrama vuestra sangre y extingue vuestras vidas?
¿Quien permite que viváis en la más absoluta indigencia?
¿Quien consiente vuestra amargura y vuestra hambruna, causa de desespero y de muerte? Y cuando digo hambre, no me refiero a esa sensación u hormigueo que se experimenta cuando un día  no tomas el bocadillo  o no tienes que cenar una noche, pero sí para desayunar al día siguiente. Esto es otra cosa. Distinto es apenas haber comido en veinte días y no saber si mañana por fin comerás algo. Sinceramente no se que sería mejor en ese estado, morirse o seguir viviendo. Pensemos en los niños, en los ancianos, en los enfermos, que forman también parte de la tragedia, siendo los más afectados.
¿Quien provoca tu deambular incierto a merced de la providencia?
¿Quién permite  ese desgarro mudo, esa muerte lenta de los más débiles, ese robaros la vida antes de tiempo?
¿Quién descarga su ira y su brazo sobre hermanos misioneros, que viven o, más bien, se desviven por vosotros? ¿Adonde reside su amor, principio fundamental de la convivencia pacífica?
¿Quién tendrá que rendir cuentas de tu sufrimiento, tu dolor, tu ausencia de ilusión, de tu mirada perdida, de tu alma vagante, de tu letargo mental (aunque  transitorio) todo ello provocado por acción u omisión de instituciones, personas civiles o militares, que, con solo mover un dedo, algunos podían cambiar el curso de tanta desdicha?
¿Quien curará esas heridas de muerte en vida que no te dejarán vivir?
¿Quien quitará de tu mente esas imágenes y sentimiento de horror, de ver el daño en tu propia carne, la de tu familia, la de tu pueblo, quien evitará que te acompañen y te atormenten de por vida?
¿De que pasta hay que estar hecho para no gritar al mundo, a ese posible hermano que aun puede escuchar aunque sea en otro continente, a ese hermano que aun es sensible al dolor ajeno? Todavía quedan  muchas personas de buen corazón. Pero seguramente otras necesiten oír vuestros gritos aterradores de muerte y ver vuestras convulsiones agónicas, antes de decir ¡basta! Quizá sea esto lo que nos queda por oír para sacarnos de nuestro adormecimiento, fruto de nuestro confort.
Son tan frecuentes en vuestra tierra, estos conflictos, que nos estáis acostumbrando a vuestra muerte. Quizá la lejanía juegue un papel a favor. De cualquier manera es tan inhumana esa situación que estáis viviendo, que no lo entiendo. Y cuando os vemos morir, impotentes, sin alzar la voz contra vuestro opresor, contra vuestro verdugo, sin revelaros, sin quejaros… Se nos cae el alma por los suelos.
¿Hasta cuando las clases acomodadas, los países ricos, los gobiernos del mundo que se llaman justos y demócratas, van a seguir consintiendo esta muerte indigna de hermanos pobres, sin culpa? Si su único delito es haber nacido negro y pobre. ¿Por qué les condenamos a muerte  pasando por este calvario?
¿Hasta cuando tiene que durar esto? ¿Cuantas tragedias más han de suceder  en el mundo, para que hagamos uso de nuestra incipiente solidaridad?
¿Hasta cuando vamos a permanecer callados, sin exigir a nuestros respectivos gobiernos, su colaboración con las ONGs, para sacar de la miseria a estos pueblos?
No se me va de la cabeza… No me resigno a aceptar la suerte de ese millón de refugiados en Zaire que retornan a Ruanda. Que lejos está nuestro pensar y vivir del de esos pobres infelices. Hoy en España un domingo más. Cuando en Ruanda podía suceder lo peor, aquí en Madrid desayunábamos tranquilamente y después a por el periódico, como es normal; tomar unas cañas con los amigotes y comentar, como no, con quien juega el Atleti; que el Madrid ganó ayer al Deport, aunque fue por los pelos; y que el Ronaldo de marras metió  un gol de antología, etc., etc., etc., y si acaso alguno o alguna del grupo comenta tímidamente las imágenes del Zaire, diciendo. ¡Qué pena lo que está pasando en África! He tenido que apagar la tele; no podía soportar tanto dolor en la cara de esas pobres gentes; no puedo evitarlo, lloro muchísimo y no puedo verlo. Y así un día  y otro día, un año y otro año y, dentro de un siglo, seguirá habiendo las mismas desigualdades en el mundo, si no se pone remedio. Y no cuento más, porque cada uno sabe como se pasa el domingo en Madrid y en general en España. Pero ahora con un poquito de imaginación nos vamos a trasladar al lugar del inminente genocidio, al campo de refugiados de Ruanda, con trescientas mil almas y otras tantas deambulando por carreteras de tierra y caminos de barro, con el atillo en la cabeza y los pocos enseres que han podido rescatar antes de salir, huyendo de una muerte, que intuían segura, hacia una muerte incierta. Otros en las tiendas provisionales, instaladas ya, pero con todas las carencias del mundo, eso si, muy cerquita unos de otros, hacinados como las abejas, pero sin la organización de estas. Sin esa agua caliente que nosotros derrochamos tanto en bañera como en  el lavabo. En muchos casos sin agua fría ni para cubrir las necesidades m‡s perentorias. Por no tener no tienen ni  quienes les entierren, ni donde hacer sus necesidades; para ello, unos recorren kilómetros y otros lo hacen detrás de la tienda o sea delante de la tienda que tienen detrás. El mal olor no les molesta, porque como todo huele tan mal, un poco más ya no se nota.
Los niños se ven con la barriga hinchada por el hambre que están pasando, los padres tienen seco el lagrimal, ya no tienen más lágrimas; los ancianos más débiles se van muriendo en el camino y, de vez en cuando,  una avioneta  bombardea un campamento. Me pregunto. ¿Se puede contemplar más horror?
Que situaciones sociales más distintas. Unos (ellos) con la enfermedad  y la muerte en los talones; otros (nosotros) tirando toneladas de alimento a la basura.
Creo que estas pinceladas, rojas de sangre  o negras de muerte (elige lo que quieras) nos ayudarán a tomar un poquito  más de conciencia de nuestra posición.  Si no estoy con el pueblo africano, estoy en contra de él. Si estoy con él, como diríamos muchos, pregunto: ¿Qué vamos a hacer urgentemente para sacar del infierno a esas gentes?
Si pensamos actuar, hagámoslo pronto; esta  semana es decisiva. Si no lo hacemos, pueden pesar sobre nuestras conciencias los miles de muertos que habrá.
¿Qué pensaríamos, si esta situación fuera a la inversa?
¿Como recibiríamos cualquier tipo de ayuda? Nuestro agradecimiento seria eterno, ¿verdad?
Así nos lo agradecerían ellos lo poco o mucho que hagamos.
Sobran las palabras…
Desde aquí mi más profunda gratitud a las ONGs que, de no ser por ellas, la tragedia sería impredecible. Gracias de nuevo.

Diego Caballero 1998 Fuenlabrada Madrid

 

Hoy, a los trece años, en Somalia (África) siguen pasando hambre, tanta o más que entonces.